Este es el IPEM 88 de la ciudad de Capilla del Monte tal como hoy puede verse: un edificio de menos
de 12 años que pertenece al plan 110 Escuelas del ex gobernador De la Sota. La estructura del edificio comenzó
a colapsar y como consecuencia una pared debió tirarse abajo y oh sorpresa, no
había columnas ni vigas. Un rápido recorrido interno revela que las grietas,
rajaduras, desplazamientos y desprendimientos dan la razón a la persona
responsable de la restauración cuando recomendó desalojar a los alumnos y al personal que asiste a este
edificio escolar. Ahora bien, no es el Carbó, más que centenario y que está
tomado, no es el colegio universitario Manuel Belgrano pero es otra escuela más de la provincia de
Córdoba cuyo edificio no es apto, hoy, para la actividad escolar. No aparece en
los medios, quizás por eso nadie sabrá que los alumnos de esta escuela deberán
terminar su ciclo lectivo en otras instituciones de la localidad, el personal
directivo, administrativo, de limpieza, de Paicor y docente deberá recorrer un
circuito para cumplir con sus funciones porque la escuela estará separada, las
familias deberán reacomodarse para que sus hijos asistan a los diferentes
lugares determinados por los representantes del gobierno y del ministerio de
educación que se hicieron presentes … y todo esto ocurrirá sin provocar la toma
de ninguna escuela, simplemente ocurrirá porque así debe ser, porque otra
solución en este momento no parece ser factible, y provocará que la escuela que
va a alojar al mayor número de alumnos también vea alterada su rutina escolar y
su convivencia. Pero también todo esto ocurrirá sin que, aparentemente, nadie
se haga presente y diga… “esto ocurrió por negligencia de algún responsable de
la obra, o por no controlar
efectivamente la construcción” es decir que la comunicad educativa del IPEM 88
modificará sustancialmente su actividad por tiempo indeterminado sin que nadie
se adjudique las consecuencias que esto provocará de ahora en más y hasta el
día (¿lejano?) en que veamos otra vez el edificio en condiciones de recibir a sus
alumnos una vez más. Y ojalá que resista más de diez años.
Silvia C.