Diciembre del 82
Cinco años gloriosos, dentro del
imponente Alejandro Carbó. Sus escaleras de mármol me vieron subir y bajar
infinidad de veces, sus patios con palos borrachos y palmeras inmensas,
escucharon las carcajadas que ya desde esa época era tan sonoras, las canchas
presenciaron mi patético desempeño en pelota al cesto y voley, pero nadie se
aburría durante esos partidos, ja!
Y esas aulas heladas, de bancos fijos, de techos altísimos, de pisos de
madera (que ahora cada tanto se vienen abajo, los de la planta alta,
obviamente) y los cubanitos Corbella (que me dieron de comer gratis más de una
vez muejejeje)
La profe Briozzo y la profe Civallero (de matemática ambas, puaj!)
la profe Maders (literatura) la profe Caviche (música, la aturdí los cinco
años) la profe Oliva (geografía) la profe Tini González (castellano - amiga de
mi mamá, habían hecho la secundaria juntas en Río Cuarto y se jactaba de
haberme puesto un 1 grrrr... ¿será por eso que hoy les digo a mis alumnos: “la que
ríe último pone el 1"?) la profe Fifa (con sus malditos esquemas de gimnasia)
y otras más, cuyos apellidos se perdieron, cuyos rostros se me borraron pero
que en conjunto, suman muchas historias.
Al igual que mis compañeros, tanto de 3º 8º como de 5º 2º de quienes
gracias a las fotografías difícilmente me olvide.
Y cómo olvidarlas a ellas,
las "amorosas" las chicas de la alta sociedad cordobesa que habían
ido a parar 5º 2ª porque era la orientación más fácil (y bueh... era así) pero
que en el fondo eran buenas chicas. Eso sí, su manera de hablar era muy
particular… parecían de otro país! Mucho les preocupada el asunto del doble
apellido, casi todas ellas portaban doble, y era como una cuestión de
distintivo...
Pero una vez tuvieron la desatinada idea de invitarme a un cumple y
bueno, el hechizo de las carcajadas supongo o bien la intriga por lo diferente
(léase freak-raro, qué tanto) les hizo pensar que no habían tenido tan mala
idea después de todo... Garzón Maceda, Álvarez Rivero, De Maussion, Nores
Martínez, Ruiz Moreno, Díaz Colodrero, etc etc ahhhh y por supuesto ella, M. Antonia
De la Rúa, ¿quien
diría que años después su tío sería presidente, eh? Pues a 5º 2º no le faltaba
nada, sin dudas!!
Y
estaba yo, lógico. Con esa obsesión del doble apellido, una de las amorosas me
dijo una vez... decime Corfea (así me decían,,, qué hacerle) tu novio, qué
apellido tiene? Ups qué momento. Mi novio de entonces se llamaba Alejandro
Díaz, y no era cuestión de largar el Díaz así no más che, no no... así que muy
tranquilamente, le dije a la amorosa... Alejandro Díaz Hábiles, esperando la
reacción más brutal..la que me condenaría a los eternos infiernos nada amorosos, pero no...
Después de pensarlo un poco (bueno, tampoco
imaginen que lo pensó una eternidad) ella dijo, amorosamente, claro pues no
podía ser de otra manera... Díaz Hábiles mmm me suena pero no me sale de
dónde!!! Las carcajadas sonaron mucho esa mañana en el aula de la esquina del
pasillo izquierdo de la planta alta...
Mi secundaria transcurrió durante el proceso, así que vimos algunos
detalles que por entonces nuestros ojos adolescentes quizás no comprendían
mucho pero que años después algunas cosas se harían nítidas con tanto
revisionismo. Entonces, al recordar cuando iba a primer año que ingresaron unos
hombres vestidos con ropa oscura, que sin dar explicaciones entraron a una de
las divisiones de 5º año y se llevaron a un alumno, una no entendía nada, y por
supuesto, nadie dijo nada. La escuela era nacional, por lo tanto, territorio de
la Nación, de la Junta de Gobierno, que no
era por cierto, la junta de mayo de 1810... Claro que cuando se jugó la final
del mundial, en esa misma escuela nos dieron permiso para cantar y festejar y
saltar, porque si no, eras un holandés... en fin.
Otro detalle de la época era la particular
mirada que hacía la dirección sobre las alumnas embarazadas... dependía el
estrato social, podían continuar o no cursando la escuela, claro que eran
rarezas las alumnas "encintas", en cambio hoy no asombran a nadie...
Era la época del cabello recogido y más vale que no te atrapara “la”
García Montagno en sus recorridas por los pasillos con el pelo suelto y el
flequillo rebelde… yo me sacrificaba todas las noches haciéndome la
"toca" para estirar mi pelo, y que quedara más o menos presentable,
sí.. la toca, no era todavía la época de la planchita Gamma, pero quedaba
perfecto… hasta que me agarraba la humedad claro... También era la época del
guardapolvo justo a la rodilla, las medias azules, los zapatos negros…
Hoy, con rulos asumidos, estoy del otro lado en el aula, soy la que da
la clase, pero más de una vez soy la que la recibe también, los alumnos muchas
veces sorprenden con sus planteos, sus ideas, sus actitudes. Si me viera la
"Chocha" Briozzo, mi inolvidable profe de matemática, de quien
siempre recuerdo su mirada y sus manos cruzadas atrás, a la altura de su
cintura, con sus impecables faldas marrones y sus zapatos de señora muuuy mayor
y nosotros mudos, porque le teníamos esa mezcla de miedo y respeto… y si llegaba a susurrar media palabra ella me decía... ¿qué le pasa señorita Corbella? con su voz algo gangosa... decía, si me
viera en alguna de mis clases, donde hay un aparente caos porque se debate, se
discute, se piensa, se escribe, se habla y se van formando librepensadores a
quienes tengo el privilegio de acompañar y ver crecer y madurar... se caería de
espaldas seguramente pero antes me diría... “señorita Corbella, ¿qué es este
desorden?” La misma frase que me decía cuando me entregaba mi evaluación donde
la mayoría de los ejercicios estaban mal...
El Carbó también me recibió como estudiante del profesorado de
Castellano, Literatura y Latín, ya tenía decidido desde siempre lo que quería
hacer, después de descartar por cierto arqueología, veterinaria, monja, actriz
y alguna más que no recuerdo ahora…
Cuando voy a Córdoba en el bus diferencial, su recorrido transita por la
avenida Colón y mi mirada se posa en el centenario edificio y la mente se va,
por instantes, a momentos bien atesorados, bien nítidos de mi lejana secundaria
y veo a los actuales alumnos entrando y saliendo, sentados en la misma escalera
de la foto, y me pregunto si las viejas paredes, los pisos de madera, los
añosos árboles, los pasillos interminables serán disfrutados, saboreados,
capturados como propios, como los guardianes del tiempo más hermoso...
Carbó Carbó, que grande sos...
Mi humilde homenaje a esa promoción 82 de 5º 2º, a todos los nombrados y
a los que no… y a vos, escuela querida!!!!
Silvia C.
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